María asunta al cielo, 15 de agosto

8 Ago

En el 172 Aniversario

Sí el inicio fue ambicioso y el listón elevado, hoy se nos pide grandeza y amplitud de miras para que continúe sin pausas y con decisión. Siervas de María, caminemos sin despistarnos de la meta. El horizonte es esperanzador, aunque siempre lo sintamos lejano y tal vez oscuro. Nuestro presente, lo vamos construyendo con la energía del Espíritu que nunca falla y no nos falta. Por eso el futuro es alentador y seguirá siendo fértil con el aire de ese Espíritu y la complicidad de María y Madre Soledad.

Animo, pues a todas. Qué sólo con cada una la Congregación se renueva, revitaliza y es sanadora de tantas debilidades y desconciertos!