PALABRA en carne VIVA: Domingo de Resurrección (A)
«¡Aleluya!»,«¡Aleluya!»
Hechos, 10, 34.37-43; Sal. 117; Col. 3, 1-4; Jn. 20, 1-9
Después de los sucesos del Calvario, el domingo de Pascua, muy de mañana, unas
mujeres van al sepulcro para honrar su cadáver. También a través de los siglos, hombres y
mujeres vamos a las tumbas de nuestros seres queridos y llevamos unas flores y, lo que es
mejor, rezamos una oración. Pero ellos, los muertos, ni una sola palabra. Guardan silencio,
Fueron las mujeres las primeras testigos de la resurrección de Jesús. Las mujeres,
siempre tan despreciadas. Precisamente, en aquel tiempo, ni siquiera eran admitidas como
testigos. Pero Dios no piensa como los hombres. Dios, a las mujeres, les hizo el honor de ser
las primeras testigos de la resurrección de su Hijo. Un ángel dio a aquellas mujeres la gran
noticia: «El Crucificado no está aquí. Ha resucitado» (Lc 24,6).
Jesús resucitó y nos dio la esperanza de que nosotros también resucitaremos. Nuestra
esperanza se basa en las palabras del mismo Jesús y en el poder y la bondad de Dios.
El poder y la bondad de Dios hacen que el grano de trigo, que muere y es enterrado y
del que al final ni siquiera quedará la cáscara, se transforme en algo mejor, en una espiga.
Pues bien, el poder y la bondad de Dios hacen que nosotros, que morimos y somos enterrados
y de quienes al final ni siquiera quedará un hueso, nos transformemos en algo mejor, en
personas resucitadas, libres ya de las miserias de esta vida. Para Dios, más importantes que
el grano de trigo somos nosotros, sus hijos.
Es por la resurrección por la que debemos vivir nuestra fe con alegría. En tiempo de
Pascua se repite una y otra vez «aleluya», «aleluya», es decir alegría, alegría. No es para menos.
Cristo triunfó sobre la muerte y su victoria es nuestra victoria, ya que esperamos participar en
su gloriosa resurrección.
CREO EN LA RESURRECCIÓN
Porque Cristo resucitó y es el Hijo,
Creemos en el Padre y en los hermanos.
Porque Cristo resucitó y es la Vida.
Creemos en la vida y no en la muerte.
Porque Cristo resucitó y es Palabra.
Creemos en el diálogo y no en el monólogo.
Porque Cristo resucitó y está en el camino.
Creemos en el futuro y no en el miedo.
Porque Cristo resucitó y está en la mesa,
Creemos en la amistad y no en el rechazo.
Porque Cristo resucitó y está en los pobres.
Creemos en la justicia y no en la opresión.
Porque Cristo resucitó y es la paz.
Creemos en la paz y no en la guerra.
Porque Cristo resucitó y está llagado.
Creemos en el amor y no en el odio.
Porque Cristo resucitó y se apareció primero a Magdalena.
Creemos en la mujer explotada y no en el explotador.
Porque Cristo resucitó y se apareció a Pedro.
Creemos en la Iglesia confiada a hombres pecadores.
Porque Cristo resucitó y es perdón.
Creemos en los que salvan y no condenan.
Te deseo una Feliz, Pacífica y Fructífera Pascua de Resurrección.
José Gabriel.