165 años iluminando con misericordia
¡Sube, Madre, sube! Elévate y resplandece, Señora!
Tu subida no es huída, no es lejanía, no es ausencia ni despedida, no es abandono ni orfandad.
¡Sube, María! Lo tuyo es subir; es despegar vuelo, es liberar miedos, es superar y sublimar; es elevar y transformar.
Tu subida, Señora, es ascender, es despojar y deshojar, sin olvidar ni dejar; es levantar sin distanciar, tonificando, clarificando, desvelando…
Subir, Madre, es acercar, hermanar, aproximar lo humano vivido en ansias de divinidad; es trascender lo terreno, envolviéndolo en eternidad,; es conseguir el reposo amando y poseyendo lo celestial.
¡Oh, Virgen y Madre nuestra! En tu subida al Padre no desampares nuestra frágil humanidad. María, asunta, tus ojos misericordiosos, sean faro y guía, hacia la orilla de la Patria celestial.
¡FELIZ DÍA, SIERVAS DE MARÍA , HIJAS DE MADRE SOLEDAD! Sevilla, 2016
Feliz Aniversario a todas las que desde los comienzos engrosamos las filas de Siervas de María, formando este Instituto cuyo carisma y misión es una bella obra de misericordia «visitar al enfermo, dar de comer, de beber… » Que desde el cielo Madre Soledad nos bendiga.
Muy buenos deseos que compartimos y vitalizamos. ¡Enhorabuena!