Con luz y alegría celebramos este memorable día para todas nosotras, Siervas de María. Luz y alegría, envueltas y adornadas con la gratitud y cariño de Hijas agradecidas, de familia numerosa, universal y consagrada. 161 Años de existencia, manifiesta la sencilla y gran fidelidad al carisma. A María, la gran protagonista de este glorioso acontecimiento, elevamos hoy himnos de alabanza, súplicas confiadas y ofrendas de amor.
Y con Madre Soledad, a la que veneramos filialmente celebrando sus 125 Años de gloria merecida en el cielo, pedimos y agradecemos el poder vivir tan profundo misterio de amor y gozo, de esperanza y fe, prolongado en nuestro hoy.
¡¡Feliz día!!