Novena: Día 3

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD

Día 3º de la Novena: MARÍA, al pie de la Cruz, nos enseña

A todos los que nos hemos reunido para honrar a María, Salud de los Enfermos, y pedir
su intercesión, nos conceda el Señor la salud y la paz. Amén.

Canto: María hoy la Iglesia

En un mensaje que el Papa Juan Pablo II dirigió a las Siervas de María, con motivo del
150 aniversario de Fundación del Instituto, nos decía: “Que María, Madre de la Salud, entre con vosotras en cada hogar que visitáis”… Y así, cada Sierva de María, en la noche, cuando sale de su comunidad hacia la casa del Enfermo, la invoca y la lleva en su pensamiento y en su corazón, segura de que va acompañada de María, Salud de los enfermos, para llevarles el consuelo, la alegría y la paz. Y como María al pie de la cruz, permanece junto al enfermo, reviviendo la escena del Calvario.
Mucho nos pueden ayudar ver el papel de la Virgen María en el Misterio de la Salvación, precisamente en la cruz.
¿Dónde estuvo María? ¿En la cruz o al pie de la cruz? María acogió y sostuvo -sin reprochar nada a Dios ni a los demás- el cuerpo inerte de Jesús. Ella hizo lo que tenía que hacer: permanecer fiel, silenciosa y con el corazón roto como el de cualquier madre que pierde a su hijo joven.
Por ello mismo, porque María fue en todo momento una lámpara encendida al servicio
de Jesús, nosotros la veneramos en cualquier rincón de nuestras iglesias; le levantamos una casa o ermita en el corazón de las ciudades o en la cima de un monte; le elevamos la más artística catedral o la más humilde parroquia para que, Ella, nos ayude a vivir con autenticidad, radicalidad y convencimiento, una fe personal en Cristo, que nos amó hasta entregarse por nosotros.

  • En nuestra oración de hoy, encomendamos a todos los enfermos de nuestras familias, amigos, conocidos, que encuentren en María fuerza para llevar su cruz. ¡Oh María, Salud… Ave María
  • Por aquellos enfermos que sufren en soledad, el abandono de sus seres queridos, para que experimenten la protección maternal de María… Oh María, Salud… Ave María
  • Presentamos a María el dolor de nuestro mundo, sobre todo el de tantas personas que sufren hambre, inestabilidad laboral, falta de recursos para lo más necesario. Que Ella se haga presente a través de personas generosas que les ayuden. Oh María, Salud… Ave María

TODOS:

Tu, que del triste mortal
eres salud y esperanza
de tu Hijo, Virgen, alcanza
la curación de mi mal.
Y si este bien temporal
no conviene al alma mía
dame paciencia, oh María,
hasta que llegue el momento
en que, de males exento,
goce la eterna alegría.
Amén

ORACIÓN FINAL:

Señor, Tú que quisiste que tu Hijo Jesús se compadeciera y curara a los enfermos, te
pedimos por intercesión de nuestra Patrona, María Salud de los Enfermos, que sepamos estar junto a los Hermanos que sufren, siendo portadoras de salvación y paz, de consuelo y amor, para que los enfermos sean confortados con tu gracia divina y se configuren con Cristo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.