125 Aniversario de fundación en Badajoz

20 May

Las Siervas de María: “presencia creyente y samaritana”

Portada, 2

Todo un don, una gracia y un sentimiento recíproco, estamos viviendo las Siervas de María, en esta familiar y agradecida ciudad extremeña de Badajoz. Ello, porque a lo largo de 125 años se ha ido imprimiendo una magnífica “historia de evangelio y humanidad” con protagonistas sencillos, sin renombre ni popularidad en los medios de comunicación, pero sí, con destinatarios privilegiados. En el día a día, durante tantos años, sin interrupción, las Siervas de María venimos ‘trillando’ las más variadas rutas de la ciudad para ir junto a los enfermos, de día y de noche, a sus domicilios o a los centros de salud, donde se encuentren. Desinteresada entrega, esmero y desvelo caritativos, han sido los medios más eficaces y gratuitos que innumerables hijas de Santa María Soledad Torres Acosta, han proporcionado a los queridos pacenses.

            Largo y entusiasta camino han recorrido estos días las Hermanas, procurando celebrar tan magnífica ocasión, con el regocijo y solemnidad que este aniversario se merece. Entre otras vivencias más comunitarias y familiares, decidieron celebrar en la tarde del día 20 de Mayo (sábado) una Eucaristía festiva en su Parroquia de San Andrés Apóstol, presidida por Mons. D. Celso Morga, Arzobispo de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz y acompañadas por varios Sacerdotes, Consagrados de varias Congregaciones y muchos fieles amigos, favorecidos y bienhechores de la Comunidad. Numerosa fue además y tonificante, la presencia de Madre provincial, Encarnación Rodríguez, con un reconfortante grupito de Hermanas de la comunidad de Sevilla.

La “introducción de la Eucaristía” recogía muy concretamente el motivo de aquel acto: “como es en la comunidad donde se encuentra el Señor, las Siervas de María estamos aquí, llenas de gratitud a Dios: “porque ha estado grande con nosotras y estamos alegres”. Todo es don de Dios, un don del Espíritu de Dios que inspiró a nuestras religiosas a venir, en el año 1892, a plantar su tienda entre vosotros, concretamente en este barrio, donde hemos permanecido los 125 años. Y, aquí estamos, dando continuidad a sus pasos y al carisma de nuestra fundadora Santa María Soledad, condensado en los mensajes evangélicos: “Estuve enfermo y fuiste a visitarme” (Mt 25,36); y, “Lo que hiciereis a uno de estos mis hermanos a Mí lo hacéis” (Mt 25,31-46)

MADRE PROVINCIAL LEE LA BENDICIÓN DEL SANTO PADRE Y AGRADECE

 

NUEVO M. PQuiero agradecer en primer lugar al Sr. Arzobispo, D. Celso Morga su presencia en esta celebración. Igualmente agradezco a los sacerdotes, tan queridos y cercanos a nosotras, a los representantes del ayuntamiento, y a todos los asistentes, fieles amigos que nos acompañáis en la acción de gracias al Señor por el regalo de poder celebrar estos 125 años de presencia en Badajoz.

Me hago eco de los sentimientos de todas las Hermanas de la Comunidad, proclamando esta tarde con palabras de nuestra Fundadora, Sta. Mª Soledad: “Mi alma no sabe cómo dar gracias al Señor”. Y es que, 125 años suman muchas páginas en la historia de esta comunidad. Una historia escrita en el silencio de nuestro convento, y en el silencio de esas noches a la cabecera del dolor, en las que tantas veces sólo Dios es testigo, pues El siempre acude puntual a la cita nocturna, haciéndose presente tanto en cada enfermo, como en cada Sierva de María que solícita le asiste y se hace testigo de la ternura de Dios.

Como ocurre con otras congregaciones, la nuestra está sufriendo también una sequía vocacional, que nos obliga a disminuir el ministerio activo junto a los enfermos, y por ello en esta comunidad varias Hermanas ya han dejado de realizarlo, pero la Iglesia de Badajoz continúa enriqueciéndose de la fecundidad de sus vidas entregadas, ahora de forma menos visible, pero no menos eficaz.  Nuestros sentimientos quedan expresados en una palabra: gracias.

Gracias, Señor, por tu fidelidad, por tu amorosa providencia en cuidarnos en estos largos años. Gracias, porque has regalado a tu Iglesia en Badajoz, este carisma otorgado a Santa Soledad Torres Acosta, para que la noche del dolor queda iluminada, y después de 125 años, lo celebramos gozosas.

Gracias, porque la habitación del enfermo se convierte en un santuario donde Tú teinmolas místicamente, y gracias porque cada una de nuestras Hermanas desempeña el sacerdociodel dolor, como María, al pie de la Cruz, en actitud de fe contemplativa.

Gracias por cuantos nos han prestado su apoyo y ayuda a todos los niveles, tanto ayuda espiritual como material, para seguir haciendo fecunda nuestra vida.

Gracias a todos vosotros,por acogernos abriendo las puertas de vuestros hogares y de vuestros corazones, y por esa repetida confianza al entregar a nuestros cuidados a vuestros seres querido, vuestros enfermos.

Quiera el Señor y nuestra Madre de la Salud, bendecirnos con abundantes vocaciones que continúen este carisma de asistir a los enfermos, y por mucho tiempo se puedan seguir acercando a cada persona en su misterio de sufrimiento, ofreciéndole consuelo y salvación. ¡Por todo y por tanto, muchas gracias!               

Sor Encarnación Rodríguez – S. de  M

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