Con Santa Mº Soledad del 2 al 10 octubre – 2023

30 Sep

Siempre tan cercana como sorprendente, Madre Soledad, nos abre su corazón y su vida con la sencillez de esas santas que además de ser de las de la «puerta del lado», penetran en los hogares y se implican, complican y escuchan el «gemido» de cada ser sufriente. Su sentir femenino y su estilo delicado, arriesgado y valiente, le hace permanecer noches y días aliviando carencias, acompañando soledades, sanando heridas.

Recorramos con ella este novenario y dejemos que sus actitudes, virtudes y relaciones cuestionen nuestras vidas en humanidad e interpelen nuestra vivencia evangélica.

 

Día 1º de la novena – Madre Soledad, Mujer de FEGigante de la FE, la que aspira e invita a sus Hijas a ser «como el grano de Mostaza. insignificante, pequeño, aparentemente débil, pero con el tiempo de crecimiento y cultivo, se vuelve en ese árbol frondoso en el que anidan y se recogen los aves para recibir la sombra, el descanso, el poder elevar sus trinos al Dios que las crea y recrea. 

Grande, muy grande es la fe de esta mujer pequeña en estatura y enorme en su confiada espera del que todo lo puede y recibe.

DÍA 2º – MADRE SOLEDAD «MUJER DE ESPERANZA»

Si gigante nuestra Santa en la fe, no se queda en la sombra su Esperanza. Es tal la confianza que pone en que su obra es de Dios que no da lugar a dudas en cuanto emprende. Y ahí la vemos, arriesgada, aventurera y sin temores a la hora de extender su Congregación. No se arredra, son pocas Hermanas, con pocos medios pero ella asegura: «No, la Congregación no morirá»

Día 3º – Madre Soledad – Mujer de Caridad

Es Evangelio vivo y la obra de misericordia que no pasa. Esa es Santa Mª Soledad en su sentir y actuar y lo quiere, lo inculca a sus Hijas como discípulas fieles del Maestro. Por eso su insistencia en todos sus escritos y testamento: «mucha caridad con los enfermos, ellos son el Rostro encarnado de Cristo». Y nosotras, intentamos hacerlo hasta canciones: «Queremos manos que acaricien rostros dolientes».

No descansamos en nuestro empeño por conocer a esta mujer sencilla, pero atrayente y con una vida apasionante para poner rostro al evangelio y sobre todo a Su Maestro. Hoy nos muestra la virtud que más la distingue y para alcanzarla se apoya y acoge a la Gran Maestra y humilde Madre de Jesús el Señor. Qué enorme encanto el que despierta en cualquiera de sus Hijas para hacer visible y actual su trayectoria. La que le llevó a esas alturas de la santidad. Seamos fieles a este programa de vida tan ambicioso que le marcó en esa faceta evangélica.

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