Día mundial del Enfermo-11 febrero

11 Feb

«Dar esperanza en la tristeza»

Cada año celebramos el 11 de febrero, la Jornada Mundial del Enfermo. Este 2024 como siempre, A nivel de Iglesia y como Siervas de María ministras de los enfermos, nos unimos a esta Campaña que aunque comienza el el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, concluye el 5 de mayo, con la Pascua del Enfermo.

Recogemos y transmitimos un resumen del mensaje que la CEE escribe con motivo de esta Jornada.

«Dar esperanza en la tristeza» es el lema que propone el departamento de Pastoral de la Salud para la Campaña del Enfermo 2024.

El papa Francisco también ha hecho público su mensaje para esta Jornada que encabeza con el título, ««No conviene que el hombre esté solo». Cuidar al enfermo cuidando las relaciones«. El Santo Padre recuerda que «los cristianos estamos especialmente llamados a hacer nuestra la mirada compasiva de Jesús». Por eso, invita a cuidar «a quienes sufren y están solos, e incluso marginados y descartados. Con el amor recíproco que Cristo Señor nos da en la oración, sobre todo en la Eucaristía, sanemos las heridas de la soledad y del aislamiento. Cooperemos así a contrarrestar la cultura del individualismo, de la indiferencia, del descarte, y hagamos crecer la cultura de la ternura y de la compasión«. «Los enfermos, los frágiles, los pobres -señala el papa Francisco- están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y solicitud pastoral«.

El MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA XXXII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO dice que:  

«No conviene que el hombre esté solo».
Cuidar al enfermo cuidando las relaciones

«No conviene que el hombre esté solo» (Gn 2,18). Desde el principio, Dios, que es amor, creó el ser humano para la comunión, inscribiendo en su ser la dimensión relacional.Así, nuestra vida, modelada a imagen de la Trinidad, está llamada a realizarse plenamente en el dinamismo de las relaciones, de la amistad y del amor mutuo. Hemos sido creados para estar juntos, no solos. Y es precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave….

Termina afirmando que: “Los enfermos, los frágiles, los pobres están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y solicitud pastoral. No olvidemos esto. Y encomendémonos a María Santísima, Salud de los Enfermos, para que interceda por nosotros y nos ayude a ser artífices de cercanía y de relaciones fraternas”

Roma, San Juan de Letrán, 10 de enero de 2024   – Francisco

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