Llegamos sin cansancio y con mucha honra a este día, habiendo peregrinado al lado de nuestra Madre y Maestra en el camino de la santidad de manos de una «gigante» que por su pequeñez y audacia, se empeñó en marcar ritmos acordes, claros y seguros en la ruta evangélica del Buen Samaritano. Sigamos, prolonguemos esta marcha al lado de los que quieren recorrer esta gran aventura de seguir e imitar a Cristo.
¡FELIZ DÍA DE MADRE SOLEDAD!
De camino con Santa María soledad, nuestra invitación a ser felices viviendo las Bienaventuranzas desde su espíritu pobre, humilde, manso y samaritano. Al estilo de una santa que supo caminar al ritmo de cada persona con la mayor naturalidad y sencillez, transmitiendo bondad, sanando heridas, acogiendo al pobre, cuidando al enfermo, acogiendo al solitario, evangelizando al alejado de Dios que se le manifestaba sediento de su Amor y misericordia.
¡FELIZ ANDADURA EN ESTA NOVENA!