En el 172 Aniversario
Sí el inicio fue ambicioso y el listón elevado, hoy se nos pide grandeza y amplitud de miras para que continúe sin pausas y con decisión. Siervas de María, caminemos sin despistarnos de la meta. El horizonte es esperanzador, aunque siempre lo sintamos lejano y tal vez oscuro. Nuestro presente, lo vamos construyendo con la energía del Espíritu que nunca falla y no nos falta. Por eso el futuro es alentador y seguirá siendo fértil con el aire de ese Espíritu y la complicidad de María y Madre Soledad.
Animo, pues a todas. Qué sólo con cada una la Congregación se renueva, revitaliza y es sanadora de tantas debilidades y desconciertos!
Ayúdame Dios,solo tú puedes hacer milagros.
Nos unimos a esa confianza en Dios que le mueve a apoyarse en Él