Nos ha nacido un Niño; este Niño nace cada día en tí, en mí, en cada persona que se hace como Él, pequeño, pobre, humilde y AMOR entregado a sanar, salvar y compartir la grandeza y fragilidad de una humanidad en guerra, en frío, en tristeza y soledad; también en la alegría familiar, en el compartir y en el dar y darse.
Dejémonos amar, visitar y consolar por este Dios Emmanuel. Cantemos la Gloria de los Ángeles y de los Pastores y seamos «casa» para tantos niños Jesús que en nuestra historia, no la tienen.